PAUTAS PARA CONVIVIR CON UNA PERSONA CON TRASTORNO NARCISISTA
CLAVES PARA CONVIVIR CON UNA PERSONA QUE PADECE UN TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD
- Terapia para ti, no para mí. Uno de los mayores dramas de este problema es que la persona que lo padece, generalmente no lo reconoce, ni ve la necesidad de tener que cambiar nada de su comportamiento. Como siempre son los demás los que tienen la culpa, él hace lo que tiene que hacer, lo correcto. Por ello, él se siente bien y suele ser el entorno el que más sufre este problema.
- Gigantes con pies de barro. Por una parte, se consideran únicos, excepcionales y superiores al resto de personas. Por otra parte, tienen una necesidad enorme de conseguir admiración, reconocimiento y sumisión por parte de los demás, por lo que no toleran las críticas en absoluto. Es una curiosa paradoja que pese a sus sentimientos de grandiosidad y considerarse muy superiores al resto de humanos, si sufren una crítica, se enfadan y les afecta sobremanera. Esto les convierte en plenamente dependientes de los demás para alcanzar su bienestar.
- Conoce el problema. Es primordial que leas sobre ello o acudas a un especialista que te pueda informar sobre el trastorno, esto hará que entiendas mejor el porqué de los comportamientos de tu novio, padre, madre, hermano,… Sabiendo porqué lo hace, no te afectará tanto. Recuerda que el problema psicológico, aunque seas tú la perjudicada, lo tiene él.
- Mantente firme. Es importante que plantees ciertas pautas en le relación, con respecto a la convivencia y al trato. Una persona narcisista es un provocador, es probable que te ponga a prueba y compruebe hasta dónde puede llegar. No te asustes, ni cambies tu actitud. Los límites para convivir con estas personas son tan necesarios para tu bienestar, como la admiración lo es para ellos. Por ello, es esencial que cumplas y mantengas las normas de convivencia que te has propuesto.
- No te enfades. Es muy fácil que te saquen de quicio, si aprendes a no personalizar y verlo como parte de su problema, tus enfados se reducirán y tu capacidad para solucionar los problemas con él- ella aumentará. Si te enfadas y pierdes el control no te estarás ayudando y estarás alimentando su sentimiento de poder.
- Paciencia. Los trastornos de personalidad son, de los problemas psicológicos, los que tienen una mejoría más lenta, y los que suponen más dificultades en el tratamiento. Dentro de las posibilidades de cambio, la persona puede, desde mejorar visiblemente en muchos ámbitos de su vida, hasta no cambiar nunca. Ajusta tus expectativas, cualquier mínimo cambio es positivo, ya es algo grande.
- Pasito a pasito. Premia los pequeños actos de empatía que haga, desde escucharte, preguntarte por tu día, etc... Recuerda que su única motivación es su beneficio propio, haz que le compense comportarse así.
- Busca apoyo. Convivir con alguien con esta problemática es difícil, si se trata de tu madre, tu padre, tu hermano, personas con las que te une un lazo difícil de romper, es probable que acarrees alguna secuela en tu propia estima. Del mismo modo que la pequeña piedra del zapato produce después de kilómetros de recorrido, llagas y heridas, nuestra autoestima también sufre heridas por el desgaste y la constante erosión emocional que produce la búsqueda de aprobación, sin respuesta, durante tantos años de convivencia. Puede que sientas que no vales, que eres estúpida, éstas son tus llagas y heridas. Hay personas que además de comprender el cuadro patológico de tu familiar comprenden lo que supone convivir con ello y te pueden ayudar. No dejes de buscar ayuda si estás en esta situación, pedir ayuda te hará más fuerte.
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