domingo, 1 de marzo de 2015

Cómo recuperarse tras una ruptura amorosa

 Cuando se produce la ruptura.


1.- Entender la importancia de aceptar el fin de la relación.

2.- Conocer los problemas que pueden impedir la recuperación.

3.- Saber qué hacer.
Tus sentimientos son negativos y te cuesta trabajo concentrarte? ¿Sientes un vacío que crees que sólo tu expareja puede llenar? ¿Tu pareja se ha ido y te sientes triste, apátic@, deprimid@ y/o enojad@? ¿Vives pidiendo y esperando que regrese porque sin él o ella no puedes ser feliz?

Según Silvia Rissek,
el primer paso para empezar una buena recuperación es aceptar que la relación se terminó.

¿Qué quiere decir aceptar?


Aceptar quiere decir reconocer, tanto con la mente como con el corazón, que la relación se termino y que no hay posibilidad de que nuestra pareja regrese.  Es estar conscientes de que cuando nuestra ex pareja nos aseguró que ya no nos ama, que ya no quiere vivir con nosotros o que tiene otra relación, lo dijo en serio y la relación ya se acabó.

Mientras no lo aceptamos y de alguna manera, lo que es, es, nos guste o no nos guste y. muy dentro de nosotros, sigamos  pensando o esperando que en algún momento llegue a cambiar de opinión y regrese, no vamos a poder salir adelante. Además una cosa es incuestionable: no por no aceptar una realidad, ésta va a cambiar.


Problemas que impiden la recuperación.


Algunos de los problemas que nos pueden impedir superar una ruptura amorosa son:

1.- Creer, equivocadamente, que no podemos hacer nada para sentirnos mejor, mientras estemos sufriendo o mientras amemos a nuestra ex pareja. 
Pensar así es un error. Tanto el amor como el sufrimiento que sentimos pueden durar mucho tiempo, pero a pesar de dichos sentimientos, desde un principio debemos tener el deseo de estar bien y estar dispuestos a hacer todo lo necesario para lograrlo.

2.- Idealizar a nuestra ex pareja.
Con frecuencia, dejamos de prestarle atención a todos los aspectos negativos de nuestra expareja y/o de la relación que tuvimos con ella y sólo recordamos y en ocasiones aumentamos, sus cualidades y los momentos felices que pasamos juntos. Cuando esto sucede, obviamente nos es difícil dejar ir algo tan “maravilloso”.

3.- Culparnos exclusivamente de lo sucedido, sin tener en cuenta que la separación es el resultado de diferentes elementos, en donde el principal es un cambio en los sentimientos, valores, pensamientos y/o percepción de nuestra ex pareja.
En estos casos vivimos tan centrados en el sentimiento de culpa, que no le prestamos atención a nada más y por lo tanto no vemos opciones de mejoría.

4.- Pensar que si nosotros cambiamos en nuestra manera de ser, nuestra pareja va a regresar o nos va a volver a amar.
En estos casos tendemos a exagerar todos nuestros aspectos negativos y nuestra conducta está determinada por las ideas de “si yo cambio”, “si yo hago…”, “si yo no vuelvo a…”. etc., como si nosotros pudiéramos tener el control de la situación. Pensar así, nos genera una gran carga y una aparente sensación de esperanza que dificulta la recuperación y que casi siempre no tiene razón de ser, además de que nuestra autoestima disminuye de manera importante
 

Qué hacer 

 
1.- Si tu pareja ya tomó la decisión y te dijo que ésta es final, no sigas presionándola y persiguiéndola, si ella ya está convencida no vas a lograr nada, más que sentirte peor.
 
2.- Aunque no tengas ganas de salir, de ver a tus amigos o de conocer gente nueva, hazlo. Muy probablemente al principio te vas a tener que obligar, pero poco a poco vas a empezar a disfrutar y a medida que lo hagas vas a pensar menos en tu ex pareja y a verla de una manera diferente. Pero para ello necesitas 3 cosas:
 
a) Obligarte a salir, aunque no tengas ganas.
 
b) No hablar constantemente de tu ex pareja y pedirle a tus amigos que tampoco lo hagan
 
c) darte permiso para divertirte, porque te lo mereces.
 
No evites salir de tu casa por creer que te van a compadecer o que te van a estar preguntando sobre lo sucedido.
 
Respecto a lo que piense o sienta la gente, tú no puedes hacer nada, salgas o no salgas de tu casa, pero casi todos hemos sido rechazados por alguien en algún momento de nuestra vida y todos lo superamos y si te preguntan o hablan sobre lo sucedido y tú no quieres hablar al respecto, con que simplemente les digas “no deseo hablar al respecto” es suficiente.
 
3.- Necesitas expresar lo que sientes y lo que te está pasando. Puedes hacerlo de 2 formas:
 
a) Elige 1 o 2 personas en quienes confíes, que te escuchen con respeto, no te compadezcan y no aumenten tu coraje y con quienes puedas hablar, en algunas ocasiones.
 
b) Escribiendo un diario o unas cartas a alguien a quien quieres mucho y en quien confíen, aunque ya no viva, cartas que no vas a mandar, puedas guardarlas o romperlas después de escribirlas.
 
4.-Toma parte en las actividades que antes hacías, aunque de momento te sientas sin ánimo y haz aquellas cosas que alguna vez pensaste que te gustaría hacer, aunque en un principio te tengas que obligar. Recuerda que es importante que estés activo una parte del tiempo y que trates de distraerte.
 
Aprovecha ahora que estás solo, para hacer aquello que te gusta y no podías hacer por falta de tiempo o porque no le gustaba a tu ex pareja.
 
5.- Si tu ex pareja está saliendo o viviendo con otra persona, nunca te compares con ella. Esa persona no es mejor que tú, simplemente es diferente y los gustos, necesidades, expectativas y valores de tu pareja, en estos momentos, son distintos a los que tenía cuando empezó su relación contigo. En ese entonces, para su forma de ser de ese momento, tú eras él o la adecuad@, pero para cómo se siente y lo que quiere ahora, tu ex pareja piensa que ya no lo eres.


Blanca Isabel Soria
www.psicooptima.com

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