lunes, 2 de marzo de 2015

El lenguaje humano de la seducción

lenguaje corporal seducciónDesde hace mucho tiempo se sabe del valor adaptativo que tiene para las mujeres un individuo con recursos, algo parecido a lo que nos pasa a los hombres con el físico de ellas. ¿Pero son siempre los individuos con más recursos los más aptos? ¿Es más apto un político de 55 años que una futura estrella de la medicina de 25 (que no tiene dinero porque aún se está formando)? Es obvio que no, y ellas están diseñadas para adivinarlo.

A las mujeres no les atraen los billetes como tales, los billetes llevan existiendo muy poco tiempo sobre la faz de la tierra. Es cierto que a veces algunas chicas jóvenes se van con señores desagradables sólo porque son ricos, pero eso no es atracción, es una forma de prostitución, y esto último lleva existiendo demasiado tiempo en este planeta. No es de lo que va este blog.

Cuando hablamos de atracción hablamos del sentimiento de excitación que les provoca el estar genuinamente atraídas. A las mujeres no les pone un tipo de riqueza en concreto. Hubo un tiempo en el que ser rico era dominar un territorio, otro en el que lo era ser un buen cazador, otro en el que ser "lo más" era tener pieles... el tiempo en el que vivimos ahora dictamina que partirla es tener monedas (antes) y billetes (ahora), pero es una época muy reciente, y no existe ningún mecanismo evolutivo en ellas que asocie el dinero físico a la excitación, más allá del deseo racional de tener pasta.
 
Entonces, ¿Qué les excita en un hombre? Pues aquello que se ha mostrado invariable a lo largo de nuestra historia evolutiva, aquello que los hombres triunfadores de todas las épocas han tenido: el potencial de serlo.
Así es, lo que provoca la mayor atracción biológica en una mujer es una serie de rasgos que, invariablemente e independientemente de la época en la que nos situemos, han sido útiles como indicadores del futuro éxito vital de sus poseedores.

Las mujeres no pueden saber a ciencia cierta si un hombre tendrá éxito o no; si será decente, o si cuidará de ellas y su prole. En la mayoría de los casos hacen "apuestas" no conscientes (en realidad ni ellas saben los motivos por los que se están sintiendo atraídas), basándose en lo que ven. Y ahí es donde entramos nosotros, debemos parecer aquello que sus hormonas quieren ver.

¿Y nos cuentas todo esto para hablarnos del lenguaje corporal? Exacto. El lenguaje corporal es fundamental, en décimas de segundo dice mucho de nosotros (de nuestro pasado y de nuestro posible futuro). Es más importante que el físico, y suele ser el elemento clave que hace que nos compren o nos descarten. Seguro que habéis oído decir a una tía "no está bueno pero tiene algo", mientras el resto de las presentes le da la razón. O casos en los que dicen "no, si es mono... pero no me pone", mientras las demás asienten. Casi nunca se ponen de acuerdo en quiénes son guapos y feos. A unas les parece más mono uno y a otras otro, pero si pudieran, casi siempre se follarían a los mismos. En el caso de que hubiesen dicho previamente que es feo, entonces recurrirían a lo anterior para justificarlo ("no está bueno, pero tiene algo...")

Ese algo muchas veces es el lenguaje corporal. Y es de lo que va a ir esta entrada.

Los indicadores que existen o han existido para adivinar el potencial de un hombre son muchos. Los más fáciles de percibir en una noche son la confianza en uno mismo, la inteligencia, el carisma, el liderazgo y el status (entendido como el respeto que causas en los otros). Con nuestro lenguaje corporal tenemos que intentar transmitir que tenemos lo máximo posible de todo esto. Hay cosas que no se pueden cambiar de un día para otro, y otras que directamente no se pueden cambiar; sin embargo, hay pequeños matices que son muy fáciles de mejorar y que harán de nosotros individuos mucho más deseables. Os daré unos cuantos:

1) Camina erguido y mira a los ojos. Sin sobreactuar, no debes ir medio de puntillas ni quedarte 3 horas mirando a las pupilas de tu interlocutor. Busca una pose natural en la que te sientas cómodo y que demuestre seguridad.

2) No alteres tu timbre de voz cuando aparecen chicas. Cuando estás con gente y aparecen hembras que te resultan atractivas en escena notarás que por instinto tu lenguaje corporal cambia, sacas pecho, metes tripa y hablas algo más alto buscando captar su atención. Fíjate en tu grupo de colegas, a veces es tan obvio que te resultará extraño no haberte dado cuenta antes. Lo de la voz es lo más evidente (lo otro puede pasar si se hace con discrección), hay tíos que casi chillan buscando que la chica se fije en ellos. No lo hagas, que sientan que su presencia te es en un principio indiferente, que no te imponen. Y si te impusieran, disimúlalo al máximo. No permitas que un par de chavalitas que ni siquiera conoces te condicionen, encarándolas con seguridad demuestras ser de otra pasta.

3) No te inclines. Si una chica no te oye por el ruido, que se acerque ella. Puedes tener la deferencia de apuntar para abajo al hablar mientras le miras. Pero por norma general tienes que estar sin doblar la columna. Si te inclinas demasiado desde el principio te estás delatando. ¿Hablarías con ese interés a una chica que no te atrae y con la que no quieres tener sexo?

4) ¡Elimina los tics! Son síntoma de nerviosismo. Jamás te muerdas las uñas delante de una mujer. Si llevas un chicle no te aceleres al mascarlo (lo mejor es que nunca lleves chicles cuando sales por ahí). No te muevas de un lado a otro. Estático, no como un poste, pero los movimientos siempre pausados y firmes.

5) La antítesis del punto 4) sería ser felino. Muévete con seguridad, imagina (e interpreta) a un cazador de mamuts de hace 20000 años. Eres una tropa de élite de tu tiempo, pausado y elegante, aunque con la capacidad de reaccionar en cualquier momento gracias a tus enormes reflejos. Si haces bien el papel, lo asocian a control de la situación y seguridad. ¿Crees que un cazador de la prehistoria (para el cuál siguen estando diseñadas) se movería de un lado a otro con nerviosismo?

6) Sonríe, la sonrisa además de contagiosa elimina síntomas de aburrimiento o malestar, lo cual te hace significativamente más atractivo. No estés amargado, eso no atrae. Si sales a divertirte, utilizando a las chicas como parte de esa diversión, te lo pasas mejor y te va bastante mejor que si las encaras como si fuera un examen.

7) Cuidado con las poses de defensa instintivas; no cruces los brazos, no te acicales las extremidades ni te estires la ropa (síntoma poco masculino); vigila la manera en que te apoyas (no hay nada peor que observarlas mientras estás con un cubata apalancado en la barra), si tienes que hacerlo de alguna manera que sea con la espalda pegada en una barra, codos sobre ella y poniendo un pie en la pared, y jamás quedándote en solitario; si te sientas no cruces las piernas una montada sobre otra (es poco varonil), hazlo poniéndote cómodo y abarcando espacio.Y recordad, con un lenguaje corporal nefasto hasta el mismísimo Brad Pitt sería descartado en décimas de segundo


Fuente: El Cortejo humano

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